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Una ley en Tasmania prohíbe a las lesbianas reunirse en base a su sexo

Empezamos esta entrada traduciendo al español del artículo en inglés de Claire Heuchan “Tasmania lesgisla contra los espacios sólo de mujeres”, para luego ponerlo en relación con la situación en España:

“Un nuevo fallo en Tasmania decreta que las lesbianas violarán la ley si albergan espacios para un solo sexo. La comisionada contra la discriminación, Sarah Bolt, prohibió a LGB Alliance Tasmania organizar eventos lésbicos que excluyan a los hombres que alegan tener una identidad de género femenina, con el argumento de que tales reuniones conllevan un “riesgo significativo” de violar la legislación de igualdad existente.

Jessica Hoyle, lesbiana y miembro de LGB Alliance Tasmania, presentó una solicitud en nombre de la organización. Ella estaba buscando permiso legal para hacer que sus eventos lésbicos fueran de un solo sexo:

“Quiero realizar eventos para la comunidad lésbica, basados ​​en nuestras atracciones hacia el mismo sexo”, dijo Hoyle. “Quiero excluir a las personas con penes, porque ser lesbiana se trata de atracción por personas del mismo sexo. No se trata de atracción por personas del mismo “género””.

Transforming Tasmania, un grupo que hace campaña por el “reconocimiento legal de la identidad de género”, argumentó en contra del derecho de las lesbianas a los espacios de un solo sexo. El portavoz Charlie Burton afirma que “en última instancia, están negando la realidad de la existencia de las mujeres trans, de hecho todas las personas trans”.

Pero sobre la cuestión de los espacios mixtos, Hoyle es clara: “Hay muchos eventos para la comunidad trans en Tasmania dónde se les incluye. Este evento iba a ser solo para lesbianas que se sienten atraídas por personas del mismo sexo “.

Según The Australian, Hoyle y LGB Alliance tienen la intención de apelar el fallo de Bolt, que Hoyle describe como discriminatorio hacia las lesbianas: “Muchas lesbianas se sienten incómodas al tener “mujeres trans” en sus espacios, porque no son mujeres; son machos biológicos. Nos vemos obligadas a tenerlos en nuestros grupos, pero ninguna de nosotras quiere salir con ellos… Me siento discriminada por Sarah Bolt por ser una [mujer] lesbiana y atraída por las de mi mismo sexo”.

Este fallo tiene implicaciones de largo alcance que se extienden más allá de Tasmania, ya que sienta un precedente legal con el poder de dar forma a los resultados de casos futuros. Como Comisionada de Lucha contra la Discriminación, Bolt asesora al Ministro de Justicia en asuntos relacionados con la discriminación y las conductas prohibidas. También promueve el reconocimiento y la aprobación de actitudes, actos y prácticas aceptables. Como indica su fallo, Bolt no cree que las lesbianas creen espacios por y para ellas mismas sea un acto o práctica aceptable.

Lo que Bolt no reconoce es que las lesbianas somos oprimidas al menos dos veces, sobre la base de nuestro sexo y nuestra sexualidad. Somos mujeres que amamos el deseo y construimos nuestras vidas alrededor de otras mujeres, lo que ha sido tratado como sospechoso durante la duración del patriarcado. En todo el mundo, las lesbianas continúan corriendo el riesgo de sufrir discriminación y violencia, desde perder la custodia de nuestros hijos hasta sufrir una violación “correctiva”.

En varios países, ser lesbiana o gay está activamente criminalizado. Algunos estados incluso castigan la homosexualidad con la muerte. Todo esto sucede como una reacción violenta contra las lesbianas que dicen no a los hombres.

Dada la miríada de daños que se han infligido a las lesbianas por rechazar a los hombres, es grotesco que Tasmania ya no permita que las lesbianas se reúnan u organicen sin ellos. Las mujeres lesbianas son un grupo marginado con necesidades e intereses distintos. Y tenemos tanto derecho como cualquier otro grupo marginado a autoorganizarnos, ya sea que Bolt lo reconozca o no”.

En España, las lesbianas también podrían ver vulnerado su derecho a reunión (un derecho y libertad fundamental, recogido en el artículo 21 de nuestra Constitución) si prospera el Anteproyecto de Ley para la Igualdad Real y Efectiva de las Personas Trans y LGTBI, que regula en su título II la autodeterminación del sexo registral por la simple declaración de la voluntad personal, algo que, según el artículo 40.2, permitiría “a la persona ejercer todos los derechos inherentes a su nueva condición”.

Esta situación, como bien explican las mujeres de Tasmania en su artículo, supone un acto de discriminación doble a las lesbianas: por mujeres y por su preferencia sexual. Como podemos ver, la ideología de género tiene consecuencias en los derechos de las lesbianas y los homosexuales.

El artículo 5 de la Declaración sobre los derechos de las mujeres basados en el sexo, reafirma el derecho de las mujeres a la libertad de asociación y a la reunión pacífica:

“Los Estados deben defender los derechos de las mujeres a la reunión pacífica y la libertad de asociación (ICCPR, artículos 21 y 22). Esto debe comprender el derecho de las mujeres y de las niñas a reunirse y asociarse como mujeres o niñas en función de su sexo y los derechos de las lesbianas a reunirse y asociarse en razón de su orientación sexual en común, sin incluir a hombres que afirmen tener una “identidad de género” femenina”.

Si quieres ayudarnos a proteger el derecho de las mujeres a asociarnos y reunirnos en base a nuestro sexo, lee, firma y difunde nuestra Declaración.


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