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Entrevista a Alejandra Vera: “En nuestro sistema de salud hay garantías para poner prótesis de pecho a los hombres, pero no para los cánceres de mama de las mujeres”

La directora de la organización colombianaMujer, denuncia y muévete” habla sobre la situación de las mujeres en Colombia para WDI España. 

WDI: ¿A qué se dedica vuestra organización?

AV: Nosotras somos una red feminista. Hacemos todo un abordaje para la prevención de las violencias machistas, la lucha contra la trata y la prostitución y hacemos campaña para que las mujeres identifiquen todas las violencias que existen en sus cuerpas. Tenemos proyectos que estamos realizando con cooperación internacional y nosotras nos postulamos a fondos para poder realizar nuestros proyectos. Nuestra organización hace parte de la Iniciativa Pro Equidad que es una organización abolicionista. Nosotras somos abolicionistas de la prostitución, de la explotación reproductiva y del género. 

WDI: ¿Cuál está siendo tu papel en el activismo en Colombia?

AV: A nivel individual, yo he sido muy incidente en que ser mujer no es un sentimiento. A muchas compañeras las han atacado por ello. Aquí en Colombia ya hay una ley dónde tú puedes tener tus dos identificaciones: es decir, los hombres pueden elegir salir a la calle con su identificación de mujer o de hombre. Y dependiendo del contexto dónde estén sacan una u otra. Si es salud, sacan la identificación de mujer para que les pasen primero. 

Además a nivel de Colombia tenemos uno de los índices más altos de mujeres muertas por cáncer de mama, pero aquí la salud es terrible y no acceden. Sin embargo a los trans sí se les da acceso a la salud para ponerse senos. En nuestro sistema de salud hay garantías para poner prótesis a los hombres, pero no para los cánceres de mama de las mujeres. Yo realmente he logrado a nivel de Colombia un activismo muy fuerte. Estoy muy metida en la institucionalidad, ahora mismo soy la representante nacional de una ley que vela por la eliminación de todas las violencias contra las mujeres. 

WDI: Háblanos de esa ley…

AV: Es la ley 12/57 para la eliminación de todas las formas de violencia contra las mujeres. En mi discurso siempre hablo de las realidades de las mujeres y de las niñas, de la prostitución, de la violencia intrafamiliar, la misoginia, eso lo traigo siempre a la mesa: cómo se comercializa y violenta a las mujeres. Mi bandera es la del abolicionismo. En Colombia, muchas compañeras temen salir a la luz pública para evitar vivir lo que yo estoy viviendo ahora: insultos de “transfóbica”, acoso de las organizaciones LGTBI y organizaciones liberales… Pero lo peor es que la guerra acá no es entre organizaciones, la guerra es desde el Estado colombiano contra nosotras. Porque el Estado colombiano ha permitido todo ese nuevo lenguaje, ya que hay una ley que dice que el sentimiento es mucho más importante que la realidad biológica. Entonces ante un hombre que se levanta una mañana y se siente mujer, se dicen: “Pobrecito, no puede vivir, hay que darle ciertos privilegios, cierta atención, etc..” 

WDI: ¿Está habiendo reacción de las mujeres contra eso?

AV: En Cali, por ejemplo, unas mujeres se quejaron porque el baño de las mujeres se había convertido en un baño mixto y los hombres que decían que eran mujeres se estaban metiendo a grabarlas, a acosarlas. Yo protesté frente a eso y se percibió como la situación más grave. Salieron varias personas y colectivas haciendo videos en youtube dónde me nombraban y me señalaban públicamente por posicionarme en contra de eso.

WDI: Nos contaste que habéis sido penalizadas como organización por ser críticas con la ideología de la identidad de género…¿nos lo explicas? 

AV: Nosotras estamos en un territorio de frontera y estamos con una situación de trata y prostitución en aumento. Tenemos mucha cooperación internacional. La cooperación da recursos para que los proyectos continúen y podamos llegar hasta las mujeres. Hay una organización muy conocida que se llama Care. En un primer momento yo me reuní con ellos en Bogotá, organizamos una propuesta, un proyecto basado en las realidades de las niñas y las mujeres. Hay muchísimas niñas que están en la prostitución, que están embarazadas, que en la trata las desaparecen, las matan…Presentamos una propuesta, todo estaba bien. Cuando finalmente nos iban a hacer el desembolso del recurso, me llamó el coordinador de EEUU de Care y me dijo que no podían trabajar con organizaciones “transfóbicas”. Empezaron a hacerme un montón de señalamientos. Yo les decía: “¿En qué se basan ustedes para decir eso?” Y ellos insistían en que teníamos un discurso de odio, que las mujeres trans eran mujeres, incluso que eran más mujeres que las mujeres. Eso fue terrible porque nosotras teníamos ya a unas mujeres priorizadas a las que íbamos a dar recursos de emprendimiento, ya las mujeres estaban organizadas, estaba todo el trabajo casi listo. Esto ha llevado a que otras organizaciones también nos hayan puesto en la “lista negra”. 

Sin embargo, si tú miras nuestras acciones, nuestra organización es la que más mujeres ha rescatado de estas situaciones, es un hecho. 

WDI: ¿Cómo está la situación de la lucha contra la  trata y la explotación sexual en Colombia? 

AV: Es difícil la lucha porque esas mismas organizaciones que están a favor de la explotación sexual y reproductiva son las que hacen parte de los comités o hacen parte del gobierno que tiene que luchar contra ellas. Es el caballo de Troya. Acá dentro del comité gubernamental de Trata está Care. Y fue Care quién incluyó dentro de ese comité a todas las organizaciones pro trabajo sexual, pro puteros, neoliberales. Ahora hay en tramitación una ley para que la prostitución sea regulada. Así que fíjate como un comité tan importante permite que estas personas que están de acuerdo con la vulneración de los derechos humanos de las niñas y las mujeres pertenezcan a él. 

WDI: ¿Cómo están yendo las celebraciones del 25N allí?

AV: Nosotras siempre hemos liderado el 25 de noviembre. Yo fui la primera mujer que hizo un platón en ese día acá en mi tierra. Fui la única que salió con un cartel indignada por cómo estaban matando a las mujeres, cómo las estaban prostituyendo. Después de mí empezaron a salir más mujeres. Ahora sale toda una red de organizaciones que se han autodeterminado feministas pero que siguen sirviendo al patriarcado. Ante eso me dicen que es que yo saco el “feministómetro”. 

Pues estábamos en ese evento del 25N, que nosotras siempre lo organizamos, cuando llegaron unos 50 trans que querían llevar la bandera e ir en la primera fila de la marcha. Nosotras dijimos que éramos un espacio separatista y que no lo íbamos a permitir. Llegaron unas organizaciones feministas liberales que les dieron apoyo cuando les mandamos al final de la marcha. Llevaban carteles que decían “Trabajo sexual es trabajo” y fueron con los tacones, desnudos, reivindicando todo lo que nos oprime y nos vulnera, reivindicando la “feminidad”. 

Entonces fue un momento bastante complejo. Yo tuve que salir para no estar en riesgo porque empezaron a llegar hombres motorizados y armados. Fíjate cómo esas organizaciones permiten que las mujeres estemos en riesgo en un día tan importante, porque estamos seguras de que todo esto tiene un fin: que es invisibilizarnos y que sus delitos se vuelvan derechos. Y cada día las mujeres estamos más invisibilizadas. Acá las mujeres campesinas, las mujeres migrantes…ahora mismo los hombres están recomendando a las mujeres que se embaracen para que ellos luego les vendan a sus bebés. Porque acá en Colombia el alquiler de vientres es legal. 

WDI: Eso es terrible. ¿Y la prostitución también está legalizada? 

AV: La prostitución no es legal, pero no hacen nada por frenarla porque consideran que si las mujeres se llaman trabajadoras sexuales y ellas quieren no hay nada que hacer. En el imaginario de la gente se piensa que si no están encadenadas es que son libres. Acá nosotras hablamos con estas mujeres todos los días porque nos preocupamos por su salud mental, muchas piensan en suicidarse porque no soportan estar sufriendo violencia sexual todos los días a todas horas. Hay niñas de 14 años que llegan a nosotras con enfermedades de transmisión sexual o embarazadas, diciendo que los hombres entran a sus habitaciones y que les roban, no les pagan y hay un grupo de policías que están en ese sector viendo cómo a las niñas las violentan y las violan sin hacer nada. Esto funciona muy horrible. Somos la única organización que está en contra de todo eso y las demás están totalmente a favor. 

Ahora las niñas han asimilado el discurso regulacionista. Dicen: “Mi cuerpo, mi decisión”, “Esto me empodera”, “Mi vagina, mi negocio”… ¿Tú sabes que Colombia tiene la primera universidad porno del mundo? En Medellín. Hay mucho apoyo de las farmacéuticas, mucho apoyo del neoliberalismo, mucho apoyo del izquierdismo proxeneta y proputero a todos estos discursos.  

WDI: ¿Tú dirías que hay relación directa entre los grupos a favor de la prostitución y la explotación reproductiva y los grupos pro trans? ¿Son la misma gente?

AV: Claro, sí, son los mismos. Verás, ¿cómo entienden acá la interseccionalidad?. El Estado colombiano ha priorizado el enfoque de “derechos” y el enfoque de “género” (esa palabra tan horrorosa). Entonces lo que hacen es que los trans que se sienten mujeres les dan trabajo en el Estado. Esa es la inclusión. Estas personas son secretarías de la mujer, son directoras,  están en cargos públicos del Estado y son las mismas personas que tienen organizaciones que están a favor de la explotación sexual y reproductiva. Son lo mismo, son la misma gente.  

WDI: Son hombres que dicen que son mujeres y que trabajan por los intereses de los hombres en nombre de las mujeres. Es terrible. ¿Tenéis algún tipo de apoyo? 

AV: Acá la gente que nos apoya un poco son los conservadores, los super católicos. Y entonces nos llevan a ese contexto. Nos acusan de ser como ellos. Es muy difícil que las mujeres salgan a manifestarse. No salen a marchar por miedo a ser juzgadas, decir que una es feminista se considera extremo. En las redes sociales empiezan a satanizarte, a burlarse, la misoginia es aplastante, por parte de la población y del mismo Estado. 

WDI: ¿Tenéis alguna esperanza? ¿Cómo vais a continuar la lucha?

AV: Vamos a ver cómo nos va con esta nueva representación de la ley. Yo estaré representando a las mujeres para hacer cumplir esa ley contra la violencia contra las mujeres, que habla claramente de las hembras humanas. Está medianamente bien. Lo que yo voy a hacer es seguimiento de que esa ley se cumpla en los territorios. Lo haré desde el Congreso, desde la Cámara, dónde voy a estar. Estaré pidiendo que se cumplan los tratados internacionales, la CEDAW…Ese va a ser mi papel durante los siguientes cuatro años, va a ser difícil pero vamos a ver cómo nos va. 

WDI: Teniendo en cuenta el panorama en Colombia, ¿cómo conseguiste esa representación de la Ley 12/57? 

AV: El Estado no convocó para presentarse a este puesto ni a las mujeres campesinas, ni a las mujeres indígenas, ni a las mujeres en condiciones de discapacidad. Pero sí se inscribieron dos organizaciones trans. Pensé: ¿Qué locura es esta? Así que cuando nos inscribimos lo que hice fue contactar a todas esas asociaciones que hacen trabajo en su territorio pero que no tenían ni idea de esto y les dije: pasenme sus datos y las inscribimos. Y por suerte ganamos las mujeres campesinas, las afrodescendientes, las que tienen discapacidad y nuestra organización abolicionista, así que quedamos al mando de todo. Es un gran paso. 


Desde WDI España enviamos toda nuestra solidaridad y nuestra fuerza a las mujeres feministas abolicionistas de Colombia que luchan por los derechos humanos de las mujeres basados en el sexo. En España las mujeres podremos encontrarnos en situaciones de indefensión y violencia similares si se aprueba el Anteproyecto de Ley para la Igualdad Real y Efectiva de las Personas Trans y LGTBI. Es por eso que seguimos luchando para frenar la aprobación de dicha ley, que regula la autodeterminación del sexo registral por la simple declaración personal. 

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